Trastorno del Espectro Autista

 ¿CÓMO PUEDO SOSPECHAR SI MI HIJA/O PRESENTA UN TRASTORNO DEL ESPECTRO AUTISTA O TEA?

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) sigue siendo uno de los trastornos más complejos para los profesionales a la hora de valorarlo y sobe todo, a la hora de comunicar a los padres ante la sospecha de que un niño puede estar presentándolo.

Además es un trastorno muy desconocido entre la sociedad aunque suele llamar la atención algunos comportamiento por su atipicidad, tales como estereotipias, comportamientos incomprensible (agitación de manos, saltos…en situaciones inadecuadas), un juego egocéntrico y/o solitario, unos intereses muy particulares, una manera peculiar y distinta de hablar/comunicarse y comportamientos incomprensibles e incluso obsesivos, que necesita adherirse a rutinas o formas de actuar inflexibles.

Por suerte, poco a poco la sociedad va conociendo más acerca del trastorno, lo cual ayuda a ir comprendiendo, aceptando e integrando más a los niños con TEA. El Autismo no es más que una forma diferente de interactuar con el mundo y de funcionar de la de la mayoría de personas. Implica una forma peculiar de procesar la información y actuar de acorde a cómo siente en su entorno sin saber entender las necesidades e intenciones de otras personas.

No obstante, es uno de los trastornos que incluye mayores diferencias individuales entre las personas diagnosticadas con éste, pues pueden tener desde muy altas capacidades (e incluso en ocasiones se les confunde con las personas con Altas Capacidades o TDAH) hasta otros casos en los que la capacidad intelectual está muy afectada. Aunque en todos los casos suele ser un trastorno que afecta en mayor o menor grado a su funcionamiento personal, académico y social.

Pero si son tan diferentes…, ¿Cuáles son las características comunes o cuándo podemos hablar de un Trastorno del Espectro del Autismo? Actualmente los nuevos criterios diagnósticos del TEA viene establecidos por el manual diagnóstico DSM-V, que introduce algunas variaciones respecto al anterior manual DSM-IV.

En el DSM IV se denominaban “Trastornos Generalizados del Desarrollo” y con el DSM-V pasan a llamarse “Trastornos del Espectro Autista”. En éste último queda todo (Trastorno Autista, Trastorno de Asperger, Síndrome de Rett, Trastorno desintegrativo infantil y Trastorno Generalizado del desarrollo no especificado) englobado dentro de la categoría TEA: Trastorno del Espectro Autista. El Autismo deja de establecerse en categorías independientes y pasa a entenderse en base a dimensiones cuantificables. A partir de diferentes pruebas (ADI-R, ADOS) podemos establecer las diferentes dimensiones y su nivel de afectación.

autism

Criterios diagnósticos DSM-V:

A. Deficiencias persistentes en la comunicación social y en la interacción social en diversos contextos, actualmente o por los antecedentes:

1. Las deficiencias en la reciprocidad socioemocional varían, por ejemplo, desde un acercamiento social anormal y fracaso de la conversación normal en ambos sentidos pasando por la disminución en intereses, emociones o afectos compartidos hasta el fracaso en iniciar o responder a interacciones sociales.

2. Las deficiencias en las conductas comunicativas no verbales utilizadas en la interacción social varían, por ejemplo, desde una comunicación verbal y no verbal poco integrada pasando por anomalías del contacto visual y del lenguaje corporal o deficiencias de la comprensión y el uso de gestos, hasta una falta de expresión facial y de comunicación no verbal.

3. Las deficiencias en el desarrollo, mantenimiento y comprensión de las relaciones varían, por ejemplo, desde dificultades para ajustar el comportamiento en diversos contextos sociales pasando por dificultades para compartir juegos imaginativos o para hacer amigos, hasta la ausencia de interés por otras personas.

B. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, que se manifiestan (2 o +), actualmente o por los antecedentes:

1. Movimientos, utilización de objetos o habla estereotipados o repetitivos.

2. Insistencia en la monotonía, excesiva inflexibilidad de rutinas o patrones ritualizados de comportamiento verbal o no verbal.

3. Intereses muy restringidos y fijos que son anormales en cuanto a su intensidad o foco de interés.

4. Hiper o hiporeactividad a los estímulos sensoriales o interés inhabitual por aspectos sensoriales del entorno.

C. Los síntomas han de estar presentes en las primeras fases del desarrollo.

D. Los síntomas causan un deterioro clínicamente significativo en lo social, lo laboral u otras áreas importantes del funcionamiento habitual.

E. Estas alteraciones no se explican mejor por la discapacidad intelectual o por el retraso global del desarrollo.